El día se levanta como un interrogante
con fecha de caducidad
impredecible
En cualquier cruce,
al otro lado de la línea
acecha el fin, la nada,
definitiva ausencia,
la conciencia del límite, la finitud
olvidada en la esperanza de prolongarse, de ser
de otra edad en los albores de la vida
Al recuerdo de ese tiempo
yo me aferro
a la vida confiada de los otros
para dar algo de luz a este abismado vértigo