La lluvia mansa ha dejado
en cada una de las puntas
de las agujas del pino
un rocío inesperado,
gotitas diminutas,
luminarias que enciende
el sol tras de las nubes,
como símbolo nuevo de un adviento
de vida, de amor y paz.
La lluvia mansa ha dejado
en cada una de las puntas
de las agujas del pino
un rocío inesperado,
gotitas diminutas,
luminarias que enciende
el sol tras de las nubes,
como símbolo nuevo de un adviento
de vida, de amor y paz.